Que más da la veces que te caigas si eres capaz de levantarte y reconstruir todo desde el primer momento, da igual que lo tengas que hacer sola o no, si lo haces eso es lo único que cuenta. Tantas veces te sentirás sola y todas las que quedan y ¿qué puedes hacer tu? Nada. Y además no quieres hacer nada porque has estado tanto tiempo aguantado tantas cosas sola que te has acostumbrado a la soledad de tu cabeza, a estar sola rodeada de tanta gente que parece tener una vida tan distinta a la tuya, tan tranquila. Pero si te paras a analizar te das cuenta que hay tantas personas en situaciones parecidas a la tuya, personas incluso de tu alrededor. Y cuando ves todo esto te das cuenta de que más da estar sola rodeada de tanta gente si en cierto modo todos estamos solos en este mundo. A veces cuesta levantarse una y otra vez sin tener tiempo ni si quiera para respirar, pero bueno lo único que te queda es ser fuerte y levantarte con la esperanza de que no te vas a volver a caer aunque sepas que no es cierto. Y aunque sientas las heridas en tu piel que más da ese dolor te hace sentir libre dentro de tu propio mundo en el cual te has puesto cadenas tu misma, quizás esas cadenas tuviste que ponerlas por razones que escapan a tu entendimiento, por razones que escapaban a tu madurez y a tu control de la situación, pero queda pensar que ya que esas cadenas te las has puesto tu, tu también tienes las llaves para poderlas aflojar y poco a poco terminar por quitarlas aunque sepas que a lo largo de ese camino vas a caer más veces de las que tendrás animo para salir. Pero en esos momentos de caída ahora sientes que todo va mal y que no va ir a mejor y confiar en alguien, a veces puede resultar imposible, porque esas personas te quieren y te aconsejan, te dicen lo que tienes que hacer y eso no es lo que necesitas, solo necesitas expresarte, aunque lo hayas hecho y no sirva de nada, pero por lo menos es una pequeña carga menos sobre tus hombros, no te sientes tan sola y sientes que si se te va de las manos podrás pedir ayuda, pero esa ayuda solo estará en algunos momentos, porque volverás a tu mutismo, a no decir nada a nadie porque ellos no se merecen pasar por algo de lo que tu tienes culpa, volverás alejarte de todo, todos esos sueños volverán a quedarse en segundo plano y solo queras llorar, encerrarte en ti misma y tener la compañía de lo que te hace sentir libre, tu más fiel compañera pero que a la vez es tu condena.
jueves, 20 de junio de 2013
¿Y qué más da si todo se rompió? Recoger los pedazos fue lo que quedo. Respirar, levantarse y volver a caminar. Las cicatrices fueron grandes, las heridas diminutas. Y que más da el dolor, si el dolor fue el único que se quedo al lado cuando todo se quebró. El dolor libero el alma o quizás la encerró aun más. Solo se que los espejos se quebraron y sangraron heridos por su pena y por sus lágrimas. Ver aquel dolor hizo que su frió se hiciese aun más intenso. A través de sus ojos pudo ver ese vítreo dolor que apago la llama de su alegría. Aquel espejo se recompuso pero esas cicatrices jamás sanaros. Marcas eternas del dolor de lágrimas encerradas en aquel corazón de cristal, el cual reflejaba todo por el mero hecho de cumplir su función.
viernes, 7 de junio de 2013
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Soy un intento de saxofonista, pero se quedará en eso. No hay nada mejor que tocar a todo volumen cuando los malos pensamientos inundan tu mente. Ver las notas salir con fuerza de tu instrumento es una sensación indescriptible cuando la música es tu pasión.
Si se de algo que jamás abandonare en mi vida y algo que pienso tener siempre a mi lado será la música.
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